Galileo Galilei propuso en 1638 un método para determinar experimentalmente la velocidad de la luz. El mismo consistía en dos personas separadas cerca de 1,0 milla (1,6 km), el primero destapaba una linterna a la vez que activaba un reloj. El segundo, al ver la luz del primero, destapaba su linterna. El primero, al ver la luz emitida por el segundo, detenía el reloj.
De esta manera pretendía calcular la velocidad de la luz como el cociente entre dos veces la distancia entre las personas y el tiempo registrado por el reloj.
Años más tarde, cuando se puso en práctica su idea, no se obtuvieron buenos resultados. Quedó claro que si la luz no se propagaba con velocidad infinita, se propagaba con una velocidad muy grande, que sólo puede medirse usando distancias de orden astronómico.
Texto extraído y adaptado de: - Egaña, E; Berruti, M. y González, A. (2014). Interacciones 4. Campos y ondas. Uruguay: Contexto.
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